Proyecto
“Impulsémonos”
Fotos y texto Estudiantes
del enfoque Económico-Financiero del UNA
El proyecto “Impulsémonos”, realizado en
el asentamiento urbano de La
Carpio en San José, es parte de una iniciativa del
mejoramiento de los barrios.
Consiste en que un grupo de mujeres de
mediana edad que tengan un negocio de servicio o la iniciativa de comenzar uno,
sean capacitadas por medio de fascículos que abarcan información sobre
administración (contabilidad, mercadeo y recursos humanos) a un nivel básico y
efectivo.
Generalmente, son jefas de hogar que
deben velar por el bienestar y la alimentación de sus hijos. Esto normalmente
les impide dejar sus puestos de trabajo para recibir capacitaciones, por lo que
precisamente nos centramos en llevar la capacitación hacia ellas.
Pretende ser una ayuda emocional, con una
charla motivacional con mujeres ejemplo y expertas en el tema para asegurar el
compromiso y la puesta a prueba del proyecto.
Los folletos se distribuyeron
cada semana, con una charla por fascículo para que las señoras puedan
aclarar dudas sobre el material recibido anteriormente y garantizar una
absorción apropiada del mismo con los especialistas que brindarán la
información.
El proyecto inició el primero de octubre
con una charla motivacional a cargo de Guisselle Nystron, directora de la Fundación Humanitaria
Costarricense, y duró mes y medio.
Las charlas estuvieron a cargo de
profesionales en el área de administración, Wylhman Alfaro y Juan Sánchez. Las charlas duraban entre una hora y dos horas y media.
Los estudiantes involucrados(as) son: Susan Alfaro,
Manuel Delgado, Rossana Sánchez, Omar Salas y Argerie Zúñiga de la Escuela de Arte y
Comunicación Visual de la Universidad Nacional (UNA), con el apoyo y
patrocinio del Concejo Comunal de Desarrollo de La Carpio (CODECA), Mejoramiento
de Barrios de la
Municipalidad de San José, ONU-Habitat y Reprocentro.
El grupo de mujeres que participó en el
proyecto “Impulsémonos” estaba conformado por: María Esther Ramírez, Carmen
Agüero, Francisca Rodríguez, Rosario Mairena, Ninfa Espinoza, Norma Obando,
Sandra Cuadra y Mercedes Bonilla.
El sábado 12 de noviembre, en el local de
Cristo para La Ciudad ,
en la segunda parada, se realizó el cierre del proyecto con una feria donde las
participantes expusieron su empresa como tal y el progreso hecho gracias al
Proyecto “Impulsémonos”. El
grupo Almadera fue el encargado de realizar el acto cultural en la actividad.
Opiniones de
las participantes
Carmen Agüero
Junto con su mamá Mireya Piedra tienen
una pequeña empresa haciendo y vendiendo pan casero en la comunidad de La Carpio.
Doña Mireya comentó: “Mi hija Carmen fue
la que recibió las charlas y ella me explicó lo que hablaron. Fue muy
importante porque adquiríamos conocimiento y nos ayudábamos a nosotras mismas. La
expectativa es seguir en el proyecto de ventas en la comunidad”.
María Esther
Ramírez
“Ángeles
de Limpieza”, ofrece servicios de limpieza en: Apartamentos, oficinas,
empresas, salas de eventos, iglesias, salones parroquiales y otros.
Nos trasladamos a diferentes
lugares del Área Metropolitana, es la carta de presentación de la empresa que
tengo, dijo María Esther. Agradezco a los estudiantes de la Universidad Nacional
que no se quedaron solo en las aulas, sino que pusieron su conocimiento y
compromiso en esta comunidad donde vivimos personas trabajadoras y dispuestas a
superarnos.
Sandra Cuadra
“Primero, quiero darles las gracias a los
estudiantes que nos brindaron su conocimiento; a las personas que impartieron
las charlas para que las mujeres que tuviéramos una pequeña empresa nos
capacitáramos para crecer más, tanto en conocimiento como en el negocio. Agradezco
a las organizaciones involucradas por apoyar estas iniciativas de impulsar a
las mujeres a capacitarse y crecer”.
Estudiantes de la Universidad Nacional
Este proyecto
que realizamos en La Carpio
ciertamente es una gran experiencia de vida. Gracias a él podemos ayudar a
minimizar el estigma que cae sobre los habitantes de esta comunidad,
respaldando el compromiso que tienen con sus trabajos y sus deseos de mejorar.
Fue un gran reto idear la mejor manera de ayudar a las mujeres de mediana edad,
porque no queríamos que fuera algo pasajero que al tiempo olvidaran.
Fue para
nosotros muy grato escuchar su palabras de agradecimiento al final del evento y
proyecto, pues podemos ver que realmente tuvimos un impacto positivo en sus
vidas y ojalá puedan seguir ayudando a otras personas dentro de La Carpio a perseguir sus
sueños empresariales, sin importar edad o sexo.
Esperamos haber
sido el impulso que necesitaban para dar el siguiente paso, pues somos testigos
de que ya contaban con el entusiasmo, la creatividad y la perspicacia para
hacerlo.
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